El conjunto caravaqueño, en el que se caía de la convocatoria Francis con fiebre, formaba de principio con Juan Luis, Abel, Juan, Alonso y Esteban, que en unos primeros momentos aguantaron el tipo del dominio de los de Abarán, llegando incluso Juan a sacar un balón de debajo de los palos. Pero poco a poco los de Javier Jiménez tomaban las riendas del juego, y ponían cerco a la portería de Joni, pero el gol no llego hasta el minuto 9, cuando fruto de una juega ensayada al saque de una falta, Muleño conseguía el 1-0. El portero seguía por los mismos derroteros de dominio caravaqueño, cuando en un tiro lejano de los visitantes que toca en Juan, el balón entra llorando a la portería de Juan Luís que toco el balón sin poder desviar la trayectoria, subiendo al marcador el 1-1.Pero todavía se vería otro gol en la primera parte, pues a falta de cuarenta segundos para el final, Freire roba un balón, que cede a Fran Guzmán y este anota el 2-1 con él se llegó al descanso.
En la reanudación el aficionado caravaqueño se las prometía muy felices, pues en el minuto seis se sancionaba un penalti que sufrió Fran Guzmán, transformándolo el mismo subiendo el 3-1 al marcador. Pero los de Abarán no bajaban los brazos, y un par de minutos más tarde anotaban en un balón perdido en defensa por los de Caravaca, el 3-2. A partir de ese momento, un toma y daca, donde las llegadas caravaqueñas eran constantes, aunque sin suerte de cara a conseguir el gol. Pero fue Abel en el minuto 16 de este segundo periodo cuando Abel, en una de sus jugadas plenas de fuerza y garra, consiguió el 4-2. Ya en el último minuto, cuando prácticamente el público se encontraba de pie para marcharse, dos perdidas consecutivas de balón, al borde del área, propiciaron los dos tantos del Deportivo Abarán, y el no muy justo 4-4 final. Decimos no muy justo, pues incluso el presidente abaranero, comentaba al final del encuentro, que el punto conseguido era más por deméritos ajenos, que por méritos propios, considerando este punto casi como “un regalo”.